Me he convertido en lo que más odié

Hubo una época en mi vida donde era un niño tranquilo, no diría como cualquier otro por que no lo era. Era tan tranquilo que solo tenía un amigo.





En esa época en mi vida, quería a todos por igual, me ponía la ropa que me regalaban, usaba algunas colonias de Avon, agradecía por todo. Pero sobretodo NUNCA pero NUNCA le hablaba mal a mi mamá.





Mi madre y yo charlábamos acerca de los niños engreídos, esos que se ponían a llorar en lugar de entender un "¡No tengo dinero!". Yo sentía cierto odio hacia ese tipo de gente, por que no entendían el verdadero valor de un nuevo sol.





Pasando los años, y mi mudanza a San Joaquín, me fui volviéndo involuntariamente en uno de esos engreídos.





Acá ejemplos:





Una charla con mi madre cinco años atrás:





M: Hola, hijito


J: Hola, mami, ¿Qué tal tu día?


M: Bien, ¿Y el tuyo?


J: Bien también mami, tengo sed, ¿Hay algo para tomar?


M: No, Joshuín, pero te puedo dar para que te compres una gaseosa


J: Bueeeno :)





Noten como en ese entonces no hacía una tormenta en un vaso de agua.








Una charla con mi madre dos días atrás:





M: Hola, Joshuín.


J: Maaa :) ¿Como te fue?


M: Bien bien, ¿Y a ti?


J: Bien también. Pucha me muero de sed, ¿Acaso en esta casa no hay gota de agua?


M: No hay nada.


J: Demonios, y ¿Ahora? ¿Tienes algún sencillo para comprarme algo para tomar?, y una galletita también pues por que tengo hambre


M: Déjame ver, Toma un sol cincuenta.


J: Pucha, mejor dime "Muérete de hambre"


M: Es un sol cincuenta, Joshua, suficiente para una gaseosa y una tentación de vainilla


J: Wao, veo que te tomas en serio lo que te pido JAJAJAJAJA


M: Ya, anda compra


J: Y ya que te tomas en serio lo que te pido... He visto un polo en la tienda Kids de Plaza, estaba en oferta, ¿Me lo compras?


M: ¿Cuánto cuesta?


J: 50 :)


M: Déjame ver, ¿Ya?


J: Es que mis polos como que ya están demasiado viejos para volver a ponermelos. Deberías dejarlo ahí a ver si sirven de trapeador


M: Carajo, ¿Tienes idea de cuánto gasto en tus polos para ponerlos de trapeador?


J: Llega un momento en la vida en que todo pierde su valor





Dejémoslo ahí.








Ahora analizemos. Vean como, después de tratarla indiferente, me convierto en el mejor hijo del mundo por que quiero un polo, y para intentar tocar su corazón, le digo que el resto de mis polos están como para la basura, lo cual ocasiona que la mujer se salga de sus casillas y grite a mas no poder.





La parte mas dura es al final. Por que, después de todo, me compró aquél polo que le pedí.





¿Ahora ven la ironía de la vida?





Después de que mi propia madre criticara a todos esos niños engreídos, su hijo se convirtió en uno de ellos. A mi me costó darme cuenta de que soy engreído, mis amigos me lo decían y me decían "Fácil es por que eres hijo único pes".





Tal vez tengan razón, ¿no? Como mis padres no me dieron un hermano, me dan las facilidades de la vida. Horrible, lo sé. Pero es la verdad.