El camino de regreso a casa

Estoy caminando, riendo, soy muy feliz.

Vanessa me hace reír tanto. Ella ya debe estar camino a casa, al igual que yo.

Caminando por la Avenida Colonial, caigo en cuenta que ya me faltan tan sólo dos meses y medio para ser un ex-alumno de secundaria. En poco tiempo saldré del colegio y me iré directo a la calle. Algo triste, ¿No?

Hay un poco de sol, me da en el rostro. Un heladero pasando haciendo ruido con su corneta. Y un perfume que se mezcla bien con el tabaco.

Todo esto me hace pensar en que podré sobrevivir sin ella, el mundo no se acabará por que yo termino el colegio y a ella le faltan aún tres años, no. Es más, tal vez podremos seguir en contacto, hasta quizá salir un día, podemos ser amigos o tal vez llevar nuestra amistad un paso mas adelante.

La felicidad me invade, el verano está cerca. La playa, el sol, los amigos, las fiestas, el trago y el tabaco van de la mano. Este verano tendré mucha más libertad, por que ya no sigo en secundaria, así que mi madre no tendrá que presionarme para que estudie o algo así. O tal vez sí, por que iré a vacacional. Pero todo saldrá bien, es decir, no vives tan lejos.